¡Reaparece la nefasta Ley de Concesiones!
E
ste Gobierno, tan neoliberal como los anteriores aunque maquillado con una fuerte dosis de populismo, nos lleva de sorpresa en sorpresa, cada una más amarga que la anterior. Ahora resulta que ha dado su venia para que se apruebe la propuesta de ley 3472, la cual es, ni más ni menos, la misma propuesta de Ley de Concesiones que envió Berger al Congreso desde Mayo del 2006. Es decir, Colom y la UNE siguen fielmente los pasos de su predecesor y le apuestan a la progresiva desaparición del Estado por la vía de ir privatizando sus principales áreas de intervención.
Luego de sufrir dos derrotas consecutivas ante el rechazo puesto de manifiesto en la lucha popular, (la primera durante el Gobierno de Portillo en el 2003, y la segunda en el 2005 durante la administración de Berger), los estrategas de la privatización optaron entonces por cambiarle el nombre: le dejaron de decir “Ley de Concesiones” y pasaron a llamarla “Ley de Participación Público-Privada”, alias con el cual ingresó al Congreso en Mayo del 2006.
Como en ese segundo nombre se mantenía el concepto de lo “privado”, para enmascararla aún más los miembros de la Comisión de Economía y Comercio Exterior del Congreso de la República, en su extenso dictamen favorable (98 tediosas páginas), le asignan un nuevo seudónimo y recomiendan que se le denomine “Ley de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica”
Pero debemos tener claro que, en todos los casos, se trata de la misma mica con diferente montera. Llámese como se le llame, es la vía legal para que el sector privado vaya absorbiendo al Estado y reemplazando con servicios privados a cada una de sus instituciones prestadoras de servicios públicos. Es, por ende, una flagrante agresión contra derechos esenciales del pueblo y una consagración del modelo neoliberal, que busca, como uno de sus principales objetivos, el desmantelamiento del Estado.
De conformidad con la información hecha pública en el vespertino “La Hora” en su edición de ayer, 20 de Enero, la Ley de Concesiones busca habilitar al Estado para que entregue al sector privado un amplio conjunto de megaproyectos, contemplados dentro del Plan Puebla-Panamá.
¡No a la Ley de Concesiones!